Así es nuestra Educación Física.

jueves, 22 de enero de 2015

La actividad física en los niños mejora su desempeño escolar 
Amika Singh, una investigadora de la Universidad de VU en Holanda, reportó en la revista Archives of Pediatric and Adolescent Medicine, que la actividad física está asociada con mejores resultados en exámenes estándar. Ella y su equipo de colegas revisaron 14 estudios, algunos que simplemente registraban la cantidad de actividad física que niños, padres y maestros reportaron en tres o siete días previos al estudio, y a otros se les asignaron estudiantes al azar variando en las cantidades de ejercicio durante el día. Tomando ambas en cuenta, el estudio mostró que mientras más actividad física tenían los niños, mayores eran sus resultados en la escuela, particularmente en materias básicas como las matemáticas, Inglés y lectura.

Los datos apoyan investigaciones anteriores que ligan el ejercicio con más productividad y menos días de enfermedad para los adultos, y puede desatar un debate acerca de sí las clases de educación física en las escuelas, deben ser suspendidas por problemas de presupuesto. Según los Centros para Control de Enfermedades, los estudiantes deben tener al menos una hora de ejercicio diaria para mantenerse saludables. Sólo el 18% de lo estudiantes de preparatoria cumplía con estos requerimientos en una semana previa a la encuesta en el 2009 y el 23% no había hecho ejercicio en lo absoluto durante ese periodo. El argumento para reducir la cantidad de tiempo que las escuelas le dedican a la educación física, está basado en el hecho de que los resultados de exámenes estandarizados en los niños estadounidenses, ha disminuido en años recientes y algunos administradores creen que el tiempo en el gimnasio puede aprovecharse más para mejorar el desempeño académico.

Pero Singh y su equipo mostraron que en vez de perjudicar el desempeño escolar, la actividad física en realidad mejora las calificaciones, lo cual puede ayudar a retener programas de gimnasia por todo el país. Los estudios consideran la actividad física como cualquier ejercicio que los niños reciben, ya sea en la clases en la escuela o deportes organizados fuera y dentro de esta. Ser más activo, explicó Singh, puede mejorar el flujo sanguíneo al cerebro, lo cual provee más oxígeno a las células involucradas con el aprendizaje y la atención. El ejercicio también impulsa ciertos niveles de hormonas que pueden mejorar el humor y combatir el estrés, lo cual provee un mejor ambiente de aprendizaje para los niños.

Singhs dice que los beneficios de la actividad física pueden extenderse más allá del desempeño académico, aún así. “Los niños aprenden al participar en deportes, aprenden reglas, a comportarse de una manera adecuada en un ambiente social,” explicó. “Y esto se traduce al salón de clases, en donde los niños físicamente activos pueden adaptarse mejor a las reglas del salón y llevarse bien con maestros y compañeros. Así que, el desempeño académico puede ser beneficiado a corto plazo por el ejercicio, hay todo un rango de beneficios sociales y de comportamiento que van más allá de las calificaciones.”

Los resultados insinúan que estar activo puede tener beneficios a largo plazo, no sólo para el cuerpo, sino también para el cerebro. Y la actividad física no tiene que ocurrir en una hora intensa de ejercicio. Cortos periodos de actividad que rompen con las largas horas de clases, pueden ser igual de efectivas que una sola sesión.